Concretament, és el Vicari Pastoral Social i de la Dona, a l'arxidiòcesi de Portoviejo, Manabí (Equador). Sa dona, na Reina Barahona, viu molt compromesa amb la feina de n'Alfredo com a vicari pastoral, i s'esdevé la líder principal de l'Organització Provincial de Dones de Santa Marta.
Ho diu Ángel Sáiz Pérez, qui va estudiar al Seminari Diocesà de Mallorca a la dècada dels anys 50; en continuà els estudis al Seminari de Missions de Burgos; es va casar i a l'actualitat és membre coordinador de la Gran Família d'Amics i Amigues del IEME (integrada por alguns missioners en actiu, sacerdots secularitzats, exseminaristes, religioses i exreligioses, simpatitzants, familiars, etc.)
Vet ací el fragment d'un escrit signat per n'Alfredo, amb motiu de la imminent celebració del DIA INTERNACIONAL DE LA DONA, el 8 de març:
“Por qué a la sociedad capitalista no le interesa erradicar el machismo?Es la misma pregunta de por qué no le interesa erradicar la pobreza o sea que no haya pobres y que no haya mujeres dominadas y sometidas. Tanto el ser pobre como el ser mal tratado no es querido por quien lo sufre a no ser que esté enfermo, por lo mismo sólo se puede estar en esa situación en tanto en cuanto se dé sometimiento y dominación o por las buenas a lo cual lo llaman paz o por las malas y lo llaman justicia.
Algo bien sencillo de constatar. La sociedad burguesa capitalista habla de democracia y, la aplica en algunos aspectos, los aspectos que no cambian la estructura de poder económico. Aplican las elecciones democráticas en esos aspectos. ¿Conocen alguna fábrica, empresa o almacén que haya democracia? y lo aceptamos como algo natural. Estamos tan metidos en el hoyo que no vemos el hoyo mismo. La pobreza, la existencia de los pobres empezará a erradicarse cuando haya voluntad política de aplicar la democracia a nivel de la estructura económica. Pero bueno esto es un tema a tratar en otro tiempo.
Esta maldita y desgraciada sociedad –desgraciada porque no crea gracia sino violencia- encima habla de Derechos Humanos y de equidad.
Los capitalistas, en su negocio, el que sea, todo lo reducen y tratan como mercancías. Sólo entienden de mercancías en realización mercantil. La fuerza de trabajo, que ahora la llaman recursos humanos, no perdón “talentos humanos” es una mercancía que se compra y por lo tanto se ha de vender. El que la vende no le queda otra alternativa que dejarse comprar, comemos por donde hablamos. Lo contrario es dejarse morir y la voluntad de vivir está sobre toda otra voluntad. Es como el común denominador de los anhelos y aspiraciones de toda persona, lo primero es lo primero, vivir. Por eso mismo la persona se pliega a la situación en que le toque vivir, por más que tenga conciencia de su explotación o dominación.
El capitalista al vender su mercancía le pone precio y exige se le pague antes de ser usada y lo vemos con toda naturalidad que así sea. Pero hay una mercancía que el capitalista compra y no paga ni un centavo antes de usarla. Saben cuál es?
Es una mercancía que tiene que ver mucho con la existencia y permanencia de la cultura machista, de la violencia intrafamiliar y el sometimiento y control lo más absoluto que se pueda de la mujer, sus energías y sus aspiraciones. Para el capitalista tiene el nombre de obrero, empleado, jornalero y si son varios se nombra por número, La fábrica cuenta con 10 obreros y tres empleados. El camión es operado por dos obreros de carga, dos choferes y llega al almacén donde trabajan en empacar ocho empleadas .En su casa el capitalista tiene dos sirvientas y un jardinero A todos ellos les une el ser comprados, ellos dicen que son empleadores y que dan la posibilidad de vivir a los pobres….cuando ya no les sirve es, mercancía la dejan de comprar y la votan por inútil e improductiva, es algo que va contra el capital, ya no puede crear ganancia.
La mujer, madre de ese obrero se ha desvivido y ha dado todo lo suyo para que su hijo, que se llama Ramoncito, pueda ser todo un hombre, capaz, fuerte y hace lo posible porque se prepare para que paguen más por él (ella dice para que gane más y no sufra tanto ). ¿ Cuántas horas ha dedicado esa madre a su hijo Ramoncito para que sea grande y pueda “ganarse la vida “? . Una vez grande y, a veces no tan grande, sale al mercado de trabajo para ver quien le compra. Es él quien sale a ver quién le compra y de esa manera poder vivir. El capitalista usa esa mercancía sin pagar un centavo por ella. Paga un salario cuyo objetivo es reponer la fuerza de trabajo que cada día, al ser usada, se pierde.
Repito el capitalista paga un salario que busca reponer la fuerza de trabajo que se consume en cada jornada de trabajo. El no paga la mercancía sino su uso. Sin embargo al venderme un carro yo debo pagarle a él, no el uso del carro sino el carro y, si lo hago posponiendo el pago, me cobra un interés puesto a voluntad de él, en ningún momento pactado por ambas partes.
Como vemos el capitalista usa al obrero como mercancía, pero no paga la mercancía sino su uso. Si ya no puede usar esa fuerza de trabajo lo vota y busca a otro.
De quien es producto esa mercancía-obrero? La sociedad capitalista usa esa mercancía sin pagar nada por ella, no le cuesta, es un ahorro al capitalista, es una apropiación forzada por parte del capitalista, es una mercancía que acumula ganancia al capitalista. Ahora podemos entender por qué cuando aparece en la Nueva Constitución el derecho a la seguridad social, los capitalistas y sus servidores ponen el grito en el cielo, augurando tiempos apocalípticos para la economía del país.
Nadie ha hecho el cálculo del aporte a la sociedad capitalista por parte de la mujer, al criar, educar, acompañar en el crecimiento y preparación de sus hijos –llamados a ser obreros o empleados- para uso de los capitalistas..
Cómo le va a interesar a la sociedad capitalista la liberación de la mujer? Le interesa que la mujer trabaje y, ojalá se convenza la mujer y la sociedad de que esto es la liberación femenina. La liberación de la mujer empieza por descubrir lo que en justicia ella aporta a la sociedad. Ese aporte no es voluntario, no es algo que ella asume al ser mujer y por ser mujer. Es algo impuesto socialmente y, como es impuesto, ha de ser con violencia caso de que no se logre a las “buenas”. Si con el mal trato, al bajar la autoestima, logro su sometimiento, es que la mujer cumple perfectamente como mujer y la pondrán como la mujer abnegada, digna de su familia y de su casa…..
En una sociedad en que lo económico, las relaciones económicas entre las personas no sean de equidad, democráticas, sino verticales, dictatoriales, militaristas, no puede haber voluntad política de erradicar la violencia de la mujer puesto que una gran parte de la acumulación de riqueza la logra mediante el uso de una mercancía-obrero, por la cual el capitalista no paga un centavo. No hay voluntad política de erradicar la violencia de la mujer, igual que no hay voluntad política de erradicar la pobreza ni puede haberla. Es contradictorio. Una sociedad estructurada en su economía de forma capitalista no puede tener voluntad política de erradicar ni la pobreza y mucho menos la violencia contra la mujer. Al actuar con voluntad política de erradicar la violencia contra la mujer pone en riesgo la estructura económica capitalista. El sistema de dominación económica capitalista ha de ser alimentado y retroalimentado desde la estructura familiar de dominación por parte de quien llaman “jefe de hogar”, a quien se le da el derecho de control de sus miembros.
Se repite y repetirá que la familia es un espacio privado, secreto, sagrado, para que no dejen de creerlo, y por lo mismo no haya posibilidad de evitar y erradicar la violencia dentro de la familia.
Ahí está el nudo del problema. Hay un feminismo, que yo llama, de tacón alto que pone la equidad en la paridad de puestos administrativos y en la paridad del valor de compra por el capital “ igual trabajo igual remuneración “ que no entiende ni quiere entender el problema desde el dolor, desde el grito de las mujeres pobres violentadas, oprimidas, por lo tanto maltratadas, tratadas mal y obligadas a vivir en esa situación con aprobación expresa de la sociedad.
Se le exige ese sacrificio en aras del amor de la familia y de que no se destruya esa cédula sagrada… como podemos ver el dios de esa sociedad exige sacrificios humanos para seguir siendo dios. En qué se le parece al Dios que nos presentó ese señor Jesús?
Hasta argumentan, diciendo que de esa manera se ganara su salvación. Dios le recompensará en la vida eterna…su dios es un financista que le lleva la contabilidad de sus sacrificios en una libreta de ahorros y de acuerdo a sus saldos le recompensará después de su muerte.
Cuando el problema se ve, analiza..desde el dolor de la víctima, nace desde dentro un grito de horror y rabia ante tanta hipocresía y desprecio por la vida de quien lo sufre.
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